Mi cámara encuentra poesía en el rugido sutil de un motor, en la línea curva de una carrocería desgastada por el tiempo o el brillo metálico que refleja la última luz del día en una carretera de montaña. Esta serie nace de una pasión personal: los coches, no como objetos de velocidad o diseño, sino como presencias silenciosas que habitan el paisaje, lo atraviesan y, a veces, lo transforman.
Me fascinan los encuentros reales, no preparados. Fotografío sin intervenir la escena, permitiendo que el azar y la autenticidad hablen por sí solos. Me acerco a los vehículos en su entorno cotidiano o en tránsito por caminos solitarios, en busca de esa belleza que no grita, que está en el óxido de una defensa, en el reflejo de un retrovisor o en el trazo de luz que se funde con el atardecer. Son primeros planos cercanos, íntimos, donde el detalle se convierte en protagonista.
Casi sin darme cuenta, estos coches se convierten en retratos. Retratos de historias, de viajes, de lo que ha sido vivido. En ellos encuentro humanidad, carácter y memoria. A través de esta serie, invito a mirar más allá de la máquina y descubrir la emoción que despiertan cuando se cruzan con la luz adecuada y el instante preciso.

You may also like

Back to Top